Barinas.– En Punta Gorda, en la parte baja del municipio Barinas, Sabaneta, capital del municipio Alberto Arvelo Torrealba y en Arauquita, población del municipio Pedro Manuel Rojas, este jueves 30 de mayo los pobladores decidieron cerrar las vías hacia el eje llanero como medida de presión para exigir que les vendan gas doméstico, les aclaren el cronograma de racionamientos de energía eléctrica y les envíen las gandolas con gasolina porque, dicen, tienen la vida paralizada ante la falta de esos servicios básicos.
En Sabaneta la gente ha organizado 14 protestas en dos semanas. Todas han sido en reclamo por la ausencia del gas doméstico, cortes de energía eléctrica, comida, escasez de gasolina, falta de agua potable, medicinas y telecomunicaciones. El municipio, como refirieron Carlos Azuaje y Humberto Delgado, está paralizado y no se vislumbra ninguna mejora.
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Los paisanos de la tierra donde nacieron los hermanos Chávez Frías, a decir del luchador social Carlos Azuaje, están cansados de tanto olvido. Tienen más de dos meses sin gas, los cortes de electricidad pueden durar más de 24 horas; no llega agua potable por las tuberías, los conductores tienen más de una semana en cola para poder llenar de gasolina los tanques de sus vehículos, lo que afecta especialmente al sector agrícola que ahora no tiene cómo realizar sus labores por falta de combustible y porque apenas les venden 30 litros de gasolina por carro.
En la capital del municipio Alberto Arvelo y en el resto de las parroquias la actividad comercial está paralizada, porque con los frecuentes apagones también se quedan sin conexión a Internet y no hay forma de cancelar lo que los ciudadanos necesiten comprar porque tampoco hay dinero en efectivo.
En el municipio Rojas, límite con Alberto Arvelo, la situación es similar con las fallas de todos los servicios públicos y en el caso de Punta Gorda, a la salida del municipio Barinas hacia el eje llanero, también están sin gas doméstico, el servicio de electricidad es deficiente y desde hace tiempo no les venden las cajas de comida de los Comités Locales de Alimentación y Producción (Clap), por lo que decidieron trancar la vía pese al aguacero que desde muy temprano caía en la región.
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